«Es cierto que cualquier creencia gana infinitamente en cuanto otra alma da a creer en ella»

Esta cita de Novalis que abre «Lord Jim», de Conrad, me ha servido para leer «Selva», para entenderla, para comenzar a descifrar este texto sugerente y complejo. Y para mirar a Silvia, la narradora.

¿Por qué contamos? ¿Por qué esa necesidad, a veces urgente, imperiosa, de narrar un acotencimiento, una historia? El arte nos ofrece compañía, y la compañía se convierte en refugio. Nos apretamos unos contra otros y sintiendo el calor de otros cuerpos apaciguamos el miedo y la incertidumbre.

Una mujer cuenta. Busca quien quiera escuchar su historia. Necesita interlocutores que con su escucha y su mirada atenta le digan: existes. Si además alguien cree en ella, entonces una partecita del mundo tiene sentido y la locura se aleja, como los fantasmas de los sueños cuando despertamos y encendemos la luz.

Ensayamos, quiero saber más sobre esta mujer que habla.

«quería saber… y todavía sigo sin saber nada» nos dice Conrad.