entre las piedras de mi mapa debería estar el mar de donde vienen, a donde fui para refrescarme durante este verano ardiente. mi verano profesional comenzó en un pueblo de Guadalajara, Cabanillas del Campo, con una función de cuentos eróticos y acabó en un pueblo de Tarragona con un taller de creación. el comienzo, el final, los «enmedios» fueron muy placenteros. conté en sitios donde nunca lo había hecho, como Logroño, ante un público valiente que asistió a pleno sol. y en Alcañiz vi un demonio y un hombre salvaje, mira

en Vallfogona el fin del verano y el inicio de la temporada se unieron. me ha venido a la memoria el verso de Eliot «mi fin es mi principio», pero esto es algo mucho más prosaico, menos profundo y metafísico. el taller de Vallfogona, una experiencia hermosísima, ha sido bisagra, puerta, por donde ha salido el verano y ha entrado la nueva temporada. un inicio precioso. fui invitada a impartir un taller para estimular la creación de espectáculos en torno al Rector de Vallfogona porque en 2023 se cumplen 400 años de su muerte. acudieron colegas de oficio que conozco y respeto, y colegas que no conocía. Vallfogona fue un lugar de encuentros. en el taller quise enlazar lo nuevo con lo viejo, tradición y vanguardia. de nuevo, encuentros, formas de hacer puertas.

ahora tengo las puertas abiertas.