lo que respiro, el aire, entra en mí. la palabra dicha, forma del aire, aliento. la respiro cuando me la dicen. -ahora hablamos con los rostros embozados y manteniendo una distancia, hablar y escuchar son actividades peligrosas- porque nos respiramos cuando conversamos. sin rompernos ni herirnos formamos parte yo de ti y tú de mí. «Los límites son irrelevantes» dice Carson. hablar es mezclarnos, confundirnos. algo físico, mis palabras y las tuyas, cayéndose de las bocas, parte del aire que respiramos. al hablar intercambiamos saludos, ideas, emociones, relatos y aliento. nos respiramos.